martes, 22 de octubre de 2013
La vida que fui perdiendo a trozos con cada amigo perdido
Ahora en el otoño de mi existencia, contemplo con añoranza a todos los amigos que perdí por el camino. Caras y nombres grabados con fuego que jamás olvidaré. Vivimos buenos y malos momentos pero siempre estuvimos juntos pasara lo que pasara. Alegrías sin fin, rosas y vino en la juventud. Dolor compartido en mitad de un silencio acompañado. Pureza divina que salpicó nuestras vidas. Una unión que parecía eterna. ¿Qué necios fuimos? O tal vez ¿qué inocentes? Poco a poco te vas separando de lo que más amas. Sin que te des cuenta, un buen día te despiertas y ves que ese libro que hace quince años que te dejaron todavía está sobre tu escritorio. Entonces recuerdas con nostalgia, sus nombres, sus caras y su luz. Te mientes a ti mismo diciéndote, que mañana les llamarás o buscarás. Apartas la vista de ese libro y continuas tu camino, después de esta breve pausa, rememorando tiempos pasados. Por mas que llores, por todos tus errores, por todo aquello que te apartó de lo que más amabas, por aquellos que se fueron de un modo doloroso, son amigos que desaparecen en la neblina de la noche. Dejadme que respire por un momento, recordando la vida que fui perdiendo a trozos con cada amigo perdido. Moriré y con mi último hálito se perderá el recuerdo que siempre llevé en mi corazón roto, aquellos maravillosos amigos que jamas volveré a ver. Siempre os llevaré conmigo hasta el final, con una verdadera sonrisa en mis labios.
Un fuerte abrazo,
Favatar.
Fuente de la foto (libre de derechos): http://publicphoto.org/nature/samsung-galaxy-s3-sunset-photography/attachment/samsung-galaxy-s3-sunset-photography__2013-06-13-21-17-20_cr/#
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